755.000 personas se enfrentan a niveles catastróficos de hambre, ha referido la OMS.

Los conflictos entre el ejército sudanés y las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido (RSF) han propiciado que Sudán se enfrente a un hambre sin precedentes, así como una inseguridad en el sostenimiento de la vida en todos los sentidos.

Al identificar 10,5 millones de desplazados interno dentro de Sudán, los reportes de entidades de la Organización de Naciones Unidas (ONU) insisten en que 16.000 personas han fallecido en lo enfrentamientos, mientras que se estima que por el colapso de los sistemas de salud los muertos en general sobrepasen la cifra.

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Durante los últimos 15 meses de conflictos armados, se reportaron 2,82 millones de desplazamientos internos antes del 15 de abril de 2023 y 7,72 millones más después de esa fecha.

Asimismo más de 2,1 millones de personas cruzaron la fronteras hacia países vecinos, mientras se calcula que el 29 por ciento de los desplazados internos son mujeres menores de 18 años, que se enfrentan a riesgos de protección únicos.

Por otra parte 2,1 millones han huido a países vecinos en busca de refugio, cobijo, alimentos y medios de subsistencia: en total, 9.916.474 personas.

La Organización Internacional sobre Migraciones (OIM) afirmó que el 36 por ciento de las personas desplazadas provienen de Jartum, el 20 por ciento de Darfur del Sur y el 14 por ciento de Darfur del Norte.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha puntualizado que una de cada cinco personas en Sudán está experimentando inseguridad alimentaria a nivel de emergencia en medio de la guerra civil en curso.

Recalcó que “755.000 personas se enfrentan a niveles catastróficos de hambre. 25,6 millones se enfrentan a niveles agudos”.

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